our austrian ski adventure
Skiing has been one of the big things on our European bucket list. We brought our ski gear – clothes, helmets, goggles, and boots – with us in the move. Last year, we put it to good use skiing in Granada. This year, Julien has had his eye on skiing the Alps. (I have been too, of course! I’m just not as fanatical as Julien). Throughout the ski season, he was regularly checking the snow reports and investigating the best resorts. In mid-February, he tracked a big storm that looked like it would bring great snow to Austria. So, we decided to go for it!
We found train tickets and a place to stay in the town of St. Anton am Alberg. The resort is called Ski Alberg. Ski Alberg is ranked as one of the 5 largest ski resorts in the world, and it feels like it! St Anton us just one of 10 small ski villages in the resort spread over 64square miles. Even being there, it’s hard to wrap your head around how big it really is. We were amazed!
Julien went down a couple days earlier than I did. He took full advantage of the fresh powder with guided tours of the best off-piste runs! I took lessons for the first three days. Then we skied together on our last day at the resort. We were tempted to do the Run of Fame, which is a big ski loop that runs through each of the villages and back again. It takes accomplished skiers a full day to complete... in the end, we realized that it was probably a bit too ambitious for us. Instead, we explored the St. Anton area and did the 6.4mi top-to-bottom run as our final hurrah!
We finished our trip with a day in Zurich, Switzerland. The weather cooperated and we were able to enjoy a fun boat tour with incredible views of the Alps. We also stumbled on an amazing art museum. It wasn’t in any of the guidebooks we had seen, but Julien read that they had a large Giacometti collection. So, we were excited to check it out. We loved the Giacomettis and got a big surprise when we saw the other amazing works on display.
Esquiar ha sido una de las cosas en nuestra lista para hacer durante nuestro viaje en Europa. Trajimos nuestro equipo de esquí – ropa, cascos, gafas, y botas – con nosotros cuando nos mudamos. El año pasado, usamos todo ello para esquiar en Granada. Este año, Julien ha tenido un ojo en esquiar en los Alpes. (¡Yo también, por supuesto! Solo que, no soy tan fanática como Julien.) A toda la temporada de esquí, él chequeó los informes de nieve a menudo e investigó las mejores estaciones de esquí. En mediados de febrero, siguió una tormenta grande que parecía que traería nieve buena a Austria. Entonces decidimos: ¡Vámonos!
Encontramos billetes de tren y un lugar para quedarnos en el pueblecito St. Anton am Alberg. La estación de esquí se llama Ski Alberg. Está clasificada como unos de las estaciones de esquí más grande del mundo. St. Anton es solamente uno de diez pueblos pequeños en la estación de esquí que se extienden sobre 64 millas cuadradas. Incluso cuando se está allá, cuesta creer lo grande que es. ¡Nos quedamos sorprendidos!
Julien fue allí un par de días antes que yo. ¡Se aprovechó al máximo de toda la nieve fresca con excursiones guiadas de las mejores zonas para esquiar fuera de pista! Cuando llegué, tomé lecciones de esquiar. Después esquiamos juntos el ultimo día en la estación de esquí. Estuvimos tentados a hacer el Run of Fame, que es un circuito entre cada pueblo de la zona y vuelta. Esquiadores expertos necesitan un día completo para lograrlo. Al final, nos dimos cuenta de que no era una buena idea y que probablemente era demasiado ambicioso para nosotros. ¡En vez de eso, exploramos el área de St. Anton e hicimos la pista más larga que comienza en la parte superior y termina al fondo como nuestro grand finale!
Terminamos el viaje con un día en Zúrich, Suiza. El clima cooperó y pudimos disfrutar de un divertido paseo en bote con vistas increíbles de los Alpes. También tropezamos con un museo único. No estaba en los manuales que habíamos visto, pero Julien leyó que había una gran colección de Giacometti. Estábamos emocionados de verla. Nos encantaron todos los Giacomettis y nos llevamos una gran sorpresa cuando vimos todas las otras obras de arte en exposición.